Los riesgos y las consecuencias de las conmociones cerebrales, producto de choques en deportes de contacto, son periódicamente abordados en el fútbol americano y en el rugby. Se establecieron protocolos de prevención y procedimiento inmediato para casos de golpes en la cabeza. Antes de que se extremaran los cuidados, el fútbol americano fue demandado judicialmente por exjugadores que presentaron enfermedades neurodegenerativas y deterioros cognitivos.